Gana oposición comicios en Austria
El Canciller conservador Wolfgang Schuessel reconoció su derrota en los comicios
AFP
Viena, Austria (1 octubre 2006).- La oposición socialdemócrata (SPOe) venció, contra todo pronóstico, a la derecha (OVPe) del Canciller saliente Wolfgang Schüssel en las elecciones legislativas celebradas el domingo en Austria, según datos provisionales del Ministerio del Interior.
Schuessel, que lleva seis años en el poder, reconoció el domingo por la noche su derrota en los comicios, salvo que se produzca "un pequeño milagro", y felicitó al jefe del SPOe, Alfred Gusenbauer, de 46 años.
El líder de la izquierda será probablemente el futuro Canciller de Austria. De todas formas se prevé que las negociaciones sobre la composición del futuro gobierno, en el que entrarán diversos partidos, tarden varias semanas en dar fruto.
"Sé muy bien que no estáis para fiestas, yo tampoco", declaró Schüssel ante sus militantes bajo una carpa instalada inicialmente para festejar la victoria que esperaban y no han obtenido.
"Se necesitaría un pequeño milagro para que las cosas cambien", dijo, añadiendo que no se retirará mientras no se haya formado el futuro gobierno.
Pese a unos sondeos desfavorables, el partido SPOe de Alfred Gusenbauer se impuso como el ganador con 35.7 por ciento, frente a 34.2 por ciento del OVPe, a 11.2 por ciento del ultraderechista FPOe y a 10.5 por ciento de los Verdes, según datos del Ministerio del Interior.
Si se confirmasen estos porcentajes, los conservadores perderían 13 escaños para quedar con 66 diputados frente a los 68 de los socialdemócratas, que se mantienen estables con respecto a 2002.
Estos resultados no toman en consideración las 400 mil papeletas de los austriacos que votaron en el extranjero y de los ciudadanos que emitieron su voto fuera del colegio electoral que les corresponde. Todos estos votos serán escrutados en un plazo de diez días.
Dando muestras de prudencia, Gusenbauer prefirió esperar a tener "un resultado definitivo, aunque se declaró dispuesto a entablar negociaciones separadas con los conservadores y los Verdes para la formación de una coalición de gobierno. Unas tratativas que podrían durar semanas.
"Los votantes manifestaron una necesidad de cambio", declaró a la televisión ORF, recordando que "nunca había perdido la esperanza".
Según los datos disponibles, la extrema derecha se verá obligada a abandonar el gobierno por mucho que el partido liberal FPOe de Heinz-Christian Strache, sucesor y rival de Jörg Haider, obtenga por escaso margen la tercera posición.
De todos modos el BZOe, partido de Haider, al que el Ministerio otorga un 4.2 por ciento de votos, debería entrar en el Parlamento federal.
El politólogo Peter Ulram insistió el domingo por la noche en la importancia de los 400 mil votos pendientes de escrutinio.
Según el resultado de estas papeletas, "es posible que el BZOe no alcance el 4 por ciento necesario para entrar en el Parlamento, en cuyo caso los socialdemócratas y los Verdes dispondrían de mayoría absoluta", explicó.
En el supuesto de que el BZOe entre en el Parlamento, la "única" opción posible sería una "gran coalición" entre los socialdemócratas y los conservadores dirigida por Gusenbauer, estima Ulram, quien descarta una alianza de los conservadores con los dos partidos ultraderechistas.
Los conservadores contaban con que la próspera economía austriaca y la reputación de Schuessel, de 61 años, les permitiesen ganar las elecciones.
Gusenbauer, en cambio, había criticado el balance social de los años de Schüssel, por considerar que había favorecido las desigualdades.
"Cada vez menos personas se benefician de esta riqueza", ya que "no ha habido un aumento real de los salarios desde hace diez años" y el desempleo juvenil "se ha duplicado", declaró.
La izquierda, que lideró durante bastante tiempo los sondeos, había perdido puntos últimamente debido al escándalo del banco Bawag, propiedad de la central sindical OGBe, que ocultó durante años un agujero de unos 3 mil millones de euros.
AFP
Viena, Austria (1 octubre 2006).- La oposición socialdemócrata (SPOe) venció, contra todo pronóstico, a la derecha (OVPe) del Canciller saliente Wolfgang Schüssel en las elecciones legislativas celebradas el domingo en Austria, según datos provisionales del Ministerio del Interior.
Schuessel, que lleva seis años en el poder, reconoció el domingo por la noche su derrota en los comicios, salvo que se produzca "un pequeño milagro", y felicitó al jefe del SPOe, Alfred Gusenbauer, de 46 años.
El líder de la izquierda será probablemente el futuro Canciller de Austria. De todas formas se prevé que las negociaciones sobre la composición del futuro gobierno, en el que entrarán diversos partidos, tarden varias semanas en dar fruto.
"Sé muy bien que no estáis para fiestas, yo tampoco", declaró Schüssel ante sus militantes bajo una carpa instalada inicialmente para festejar la victoria que esperaban y no han obtenido.
"Se necesitaría un pequeño milagro para que las cosas cambien", dijo, añadiendo que no se retirará mientras no se haya formado el futuro gobierno.
Pese a unos sondeos desfavorables, el partido SPOe de Alfred Gusenbauer se impuso como el ganador con 35.7 por ciento, frente a 34.2 por ciento del OVPe, a 11.2 por ciento del ultraderechista FPOe y a 10.5 por ciento de los Verdes, según datos del Ministerio del Interior.
Si se confirmasen estos porcentajes, los conservadores perderían 13 escaños para quedar con 66 diputados frente a los 68 de los socialdemócratas, que se mantienen estables con respecto a 2002.
Estos resultados no toman en consideración las 400 mil papeletas de los austriacos que votaron en el extranjero y de los ciudadanos que emitieron su voto fuera del colegio electoral que les corresponde. Todos estos votos serán escrutados en un plazo de diez días.
Dando muestras de prudencia, Gusenbauer prefirió esperar a tener "un resultado definitivo, aunque se declaró dispuesto a entablar negociaciones separadas con los conservadores y los Verdes para la formación de una coalición de gobierno. Unas tratativas que podrían durar semanas.
"Los votantes manifestaron una necesidad de cambio", declaró a la televisión ORF, recordando que "nunca había perdido la esperanza".
Según los datos disponibles, la extrema derecha se verá obligada a abandonar el gobierno por mucho que el partido liberal FPOe de Heinz-Christian Strache, sucesor y rival de Jörg Haider, obtenga por escaso margen la tercera posición.
De todos modos el BZOe, partido de Haider, al que el Ministerio otorga un 4.2 por ciento de votos, debería entrar en el Parlamento federal.
El politólogo Peter Ulram insistió el domingo por la noche en la importancia de los 400 mil votos pendientes de escrutinio.
Según el resultado de estas papeletas, "es posible que el BZOe no alcance el 4 por ciento necesario para entrar en el Parlamento, en cuyo caso los socialdemócratas y los Verdes dispondrían de mayoría absoluta", explicó.
En el supuesto de que el BZOe entre en el Parlamento, la "única" opción posible sería una "gran coalición" entre los socialdemócratas y los conservadores dirigida por Gusenbauer, estima Ulram, quien descarta una alianza de los conservadores con los dos partidos ultraderechistas.
Los conservadores contaban con que la próspera economía austriaca y la reputación de Schuessel, de 61 años, les permitiesen ganar las elecciones.
Gusenbauer, en cambio, había criticado el balance social de los años de Schüssel, por considerar que había favorecido las desigualdades.
"Cada vez menos personas se benefician de esta riqueza", ya que "no ha habido un aumento real de los salarios desde hace diez años" y el desempleo juvenil "se ha duplicado", declaró.
La izquierda, que lideró durante bastante tiempo los sondeos, había perdido puntos últimamente debido al escándalo del banco Bawag, propiedad de la central sindical OGBe, que ocultó durante años un agujero de unos 3 mil millones de euros.
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